Educación teatral
La educación teatral consiste en jugar con los niños en una situación similar a la del teatro. Esto permite a los niños sumergirse en distintos papeles y estimular así su imaginación y creatividad.
Componente lingüístico y social
A nivel lingüístico, se amplía el vocabulario. De este modo, los niños aprenden nuevos términos y formas de expresarse. Además, se fomenta el lenguaje verbal y no verbal. Los gestos y las expresiones faciales se comprenden y utilizan mejor. Además de la empatía y la consideración, aquí también se fomentan especialmente la interacción y la cohesión.
Componente cognitivo y musicalmente creativo
A nivel cognitivo, se fomenta la memoria, la concentración, la perseverancia y el pensamiento holístico. En el área músico-creativa, se potencian la imaginación y la expresión creativa y se posibilita el aprendizaje del uso de diferentes materiales.
Componente biológico-vital y emocional
Se entrena explícitamente la motricidad gruesa y fina de los niños. El juego teatral estimula la alegría de los niños por el movimiento y mejora su conciencia corporal. A nivel emocional, se refuerza la comprensión de los roles, la autopercepción y la confianza en sí mismos y se entrena la capacidad de tomar decisiones.
Por supuesto, la pedagogía teatral y el entusiasmo por ella deben estar presentes tanto en los niños como en los educadores. Esto hace del concepto una mezcla acertada que fomenta la competencia social, emocional y estética de los niños y estimula su creatividad e imaginación.